En este Blog se estará comentando sobre la poesía de dos grandes poetas en la historia de Puerto Rico los cuales trabajan desde un punto de vista político y social. Aquí conocerán un poco de sus vida y de algunas de sus obras mas significativas.

viernes, 13 de agosto de 2010

Oubao Moin



El río de Corozal, el de la leyenda dorada.
La corriente arrastra oro. La corriente está ensangrentada.
El Río Manatuabón tiene la leyenda dorada.
La corriente arrastra oro. La corriente está ensangrentada.
El rio Cibuco escribe su nombre con letra dorada.
La corriente arrastra oro. La corriente está ensangrentada.
Allí se inventó un criadero. Allí el quinto se pagaba.
La tierra era de oro. La tierra está ensangrentada.
En donde hundió la arboleda su raíz en tierra dorada,
allí las ramas chorrean sangre. La arboleda está ensangrentada.
Donde dobló la frente india, bien sea tierra, bien sea agua,
bajo el peso de la cadena, entre los hierros de la ergástula,
allí la tierra hiede a sangre y el agua está ensangrentada.
Donde el negro quebró sus hombros, bien sea tierra o sea agua,
y su cuerpo marcó el carimbo y abrió el látigo su espalda,
allí la tierra hiede a sangre y el agua está ensangrentada.
Donde el blanco pobre ha sufrido los horrores de la peonada,
bajo el machete del mayoral y la libreta de jornada
y el abuso del señorito, allí sea tierra o allí sea agua,
allí la tierra está maldita y corre el agua envenenada.

Gloria a esas manos aborígenes porque trabajaban.
Gloria a esas manos negras porque trabajaban.
Gloria a esas manos blancas porque trabajaban.
De entre esas manos indias, negras, blancas,
de entre esas manos nos salió la patria.
Gloria a las manos que la mina excavaran.
Gloria a las manos que el ganado cuidaran.
Gloria a las manos que el tabaco, que la caña y el café sembraran.
Gloria a las manos que los pastos talaran.
Gloria a las manos que los bosques clarearan.
Gloria a las manos que los ríos y los caños y los mares bogaran.
Gloria a las manos que los caminos trabajaran.
Gloria a las manos que las casas levantaran.
Gloria a las manos que las ruedas giraran.
Gloria a las manos que las carreteras y los coches llevaran.
Gloria a las manos que las mulas y caballos ensillaran y desensillaran.
Gloria a las manos que los hatos de cabras pastaran.
Gloria a las manos que cuidaron de las piaras.
Gloria a las manos que las gallinas, los pavos y los patos criaran.
Gloria a todas las manos de todos los hombres y mujeres que trabajaron.
Porque ellas la patria amasaran.
Y gloria a las manos, a todas las manos que hoy trabajan
porque ellas constuyen y saldrá de ellas la nueva patria liberada.
¡La patria de todas las manos que trabajan!
Para ellas y para su patria, ¡Alabanza!, ¡Alabanza!

1 comentario:

  1. En este poema extenso Corretjer habla sobre la esclavitud y colonización, utiliza los ríos Cibuco, Corozal y Manabuatón como símbolo de la tierra y el trabajo forzado en Puerto Rico. La descripción que brinda es casi como si fuera un cuadro pintado ante los ojos del lector. Tres ríos ensangrentados, en los cuales los conquistadores lo único que buscan es oro. Es por esto que Corretjer hace mención de la leyenda dorada, la cual cuenta que hay un lugar mítico buscado por muchos por la gran reserva de oro que posee. Los españoles al llegar a Puerto Rico observaron la gran cantidad de oro que había en los ríos y de esta manera comenzaron a poner a trabajar y a esclavizar a todos los tainos, y de igual manera si se oponían eran castigados con muerte. Esto no solo sucede con nuestros indios, sino también con los africanos. Luego de décadas esto trae la mezcla de razas entre el negro, el blanco y el indio todos como base de lo que somos hoy día puertorriqueños. Luego de esta tragedia sufrida por los Africanos e indios nos toca a nosotros hacer algo por la patria y trabajar por Puerto Rico. Aunque la tierra la señala como maldita y ensangrentada Corretjer admira y alaba a todos los que trabajaron y trabajan para que nada de esto se repita. Estas manos trabajadoras son las que lucharán para que la historia no vuelva a repetirse y como dice en el poema “Gloria a todas las manos de todos los hombres y mujeres que trabajaran.” Corretjer concluye este poema de una manera totalmente diferente a como empezó y es con gran alegría y esperanza de que todas esas manos construyan la nueva patria liberada. Y en el ultimo verso dice “Para ellas y para su patria, ¡alabanza!, ¡alabanza!” agradeciendo a todas esas manos que ayudan a que Puerto Rico sea el que fue antes una patria libre.

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